Jueves 10 de Octubre de 2024

Hoy es Jueves 10 de Octubre de 2024 y son las 00:27 - ¡Hola! Bienvenido a mi sitio web. Te invito a recorrer las secciones.

DEPORTES

16 de abril de 2024

Kornovolenko. El Último Furgonero.

Especial Daniel Console

Lo conocí el día que el ex club Ferrocarril Urquiza, devenido en Deportivo UAI Urquiza, festejó el ascenso de Primera D a Primera C, convencido por un joven hincha, del barrio de Villa Lynch. Don Ignacio Marcelino Kornovolenko, maquinista del Ferrocarril Lacroze, para mayor dato, fue uno de los fundadores allá por 1950, cuya cabeza y personaje y único visible había sido Carmelo Juan Santoro. Hacía muchos años que no pisaba el escenario de Cuenca y Laprida, y jamás lo había sentido nombrar; supongo, creo, que a éste simpatizante le habrá costado convencerlo para que concurra, se una a los festejos, pero mas allá de presentarlo por los altavoces en el campo, antes del partido de ocasión, al rato ya estaba solo en un ángulo del corner, junto al alambrado. Supongo que también grandes diferencias existieron para que desapareciera del lugar que él mismo fundó junto a un grupo de pioneros, que el tiempo borró sus existencias y hasta sus nombres. No escapó a mi sensación el momento único de conocerlo, y por eso me acerqué a verlo en el entretiempo, antes que se retirara, para saber mas de él y convenir una charla para escuchar su historia del club, me dio su teléfono y dirección, muy cerquita de la cancha, y quedamos que lo llamaría para visitarlo. Uno, que a veces deja pasar el tiempo, cree que un año puede ser una semana y cuando lo llamé, me dijo si podíamos esperar otro momento, porque tenía a su esposa enferma, a su cuidado. Pasó el tiempo volví a llamarlo y la situación no cambiaba. La tercera, fue peor, porque me vine a enterar que ambos ya no estaban entre nosotros. Poco y nada puedo agregar. Todo lo que pensaba preguntarle y escuchar, ya no pudo ser. Se lo llevó a la tumba y yo me quedaré para siempre en mi ignorancia de saber la otra historia de Ferrocarril Urquiza. Sirva entonces, si de petulancias se escribe, que para cuando a alguien se le ocurra “guglear” su nombre y no encuentre nada, queden éstas líneas y que yo no lo olvidaré, que ésos veinte minutos de charla, en ésa tarde de festejos, algo me quedó. Y que para un periodista, la nota, pasa una vez.

COMPARTIR:

Comentarios