LOS APUNTES DESORDENADOS DEL VIEJO RACING
28 AÑOS DESPUÉS...LA MÁQUINA DE SER FELIZ
Especial Darío Giuliani
Y Racing va. La Academia se metió en las semifinales de la Copa Libertadores como en aquella edición de 1997 con el Coco Basile como DT. Tuvieron que pasar casi tres décadas para poder volver a protagonizar la antesala de la final.
Los hombres de Costas esta vez no dejaron dudas en cuanto a rendimiento y merecimientos porque salieron a pasar por arriba a un Vélez timorato, apático y descolorido. El empate al final del PT sólo se podía explicar por la sobresaliente actuación de Marchiori. Dos veces Solari, luego Pardo y antes Almendra tuvieron el gol. Los de Avellaneda con Pardo y Colombo anticipando desde atrás, con Sosa como patrón del equipo cortando y empujando y con Adrián Martínez preocupando arriba mientras Solari y Conechny trataban de abastecerlo pero también de tapar las subidas de los laterales del Fortín. Con mucho coraje y determinación Racing borró del campo a su rival. En la visita quedaban aislados allá adelante Machuca y Santos. Solo en el comienzo de la segunda parte el equipo de los mellizos Barros Schelotto se acercó a Cambeses y llegó esa jugada donde el arquero académico en gran reacción evitó que la pelota cruzara toda la línea. De ahí en adelante entre Zuculini y Zaracho (ambos en buen nivel) más el aporte de Nachito Rodríguez hicieron que la Academia con sus hombres de recambio tomara nuevamente el control del campo y de la pelota.
A los 82 llegó esa apilada de Rojas por la izquierda para la solitaria aparición de Solari que la empujó al gol, a la locura, a las semifinales.
El conteo de llegadas claras dejó un 12-2 en favor de Racing.
Pedimos perdón
Corriendo enmascarado el fin
Por eso te busque, por eso diseñé
La máquina de ser feliz
Y vaya que Racing homenajeando al maestro Charly García se transformó en el último año y medio en una máquina de regalar felicidad ganando dos títulos y peleando en varios frentes.
Un párrafo aparte para el autor intelectual de este equipo, para Gustavo Adolfo Costas. El hombre perdió a Roger y Juanfer en el verano. A Salas en el invierno y nunca puso excusas. Siguió trabajando en silencio y encontró la misma intensidad con intérpretes menos capacitados técnicamente pero que entendieron el mensaje con inteligencia y picardía. Por eso hoy Racing se convirtió en un equipo copero, en un experto en partidos chivos. Por eso el festejo de la gente que armó una verdadera fiesta en el Cilindro.
Vuelvo a Charly para cerrar la columna:" Ese día yo volví a reír
Y la felicidad no existe en soledad"
La Acade sigue con vida en los tres frentes y sueña en grande. Ahora deberá revisar lesiones, dolencias y cargas físicas de sus jugadores. Luego empezará a pensar en el clásico de Avellaneda y después en los cuartos de final de la Copa Argentina ante River en Rosario.
Hoy es tiempo de disfrute.
Racing sigue su viaje. Cuando parecía que un frente tormentoso arrasaba con todo, otra vez volvió a ser, otra vez volvió a arrancar La máquina de ser feliz...
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