Racing se decidió y va por todo. En un atardecer tranquilo en la cancha de Riestra le ganó cómodo por 2-0 (41 Almendra - 64 Maravilla) a Barracas y se quedó a 5 puntos de Vélez (tiene que jugar todavía) y Huracán los líderes. Lo de la Academia fue sencillo, recuperar y tratar de jugar rápido ante un rival cuyo único plan era aguantar atrás y pegar con mala intención ante la pasividad cómplice del árbitro Pablo Dovalo (recién a los 83 puso la primera tarjeta amarilla). Está vez Costas más allá de las cargas físicas y el cansancio grupal apostó a jugar con mayoría de titulares para tratar de cortar distancia con el cielo de la tabla de posiciones. Entonces para el humilde elenco de Insua fue demasiado lo que obligaban adelante Salas y Maravilla Martinez. También el manejo inteligente de Almendra y la elegancia de Sosa. Entonces hubo partido hasta que Almendra sacó ese zapatazo inatajable para Ferrario y ya no hubo respuestas de los locales porque Bruera no pesaba arriba y tampoco Iván Tapia eran la solución para un elenco carente de argumentos para soñar con el empate. Por eso no sorprendió esa furibunda aparición de Adrián Martínez para el 2-0 definitivo. Lo que quedó fueron algunos contraataques académicos mientras los minutos se escurrían y la tarde caía sobre el estadio Guillermo Laza. Solo quiero que Racing salga campeón dijo Costas después del partido contento por una semana perfecta con tres triunfos, una clasificación a la final de la Sudamericana y un equipo que empieza a dar respuestas con jugadores que hasta hace poco abrían enormes interrogantes sobre su futuro en el club. Así transcurren los días de Racing con la mente y el alma puestas en Asunción, en esa final del 23 de noviembre. Mientras tanto ganó dos partidos seguidos y sin recibir goles por la Liga Profesional y les mete presión a los de arriba. Al atardecer, cuando el sol se va... Racing sueña y cree...