Es muy difícil, casi imposible ordenarse para escribir esta crónica soñada. Casi un final de película de Hollywood tuvo. Con esa corrida de Roger Martinez a los 95 para el 3-1 definitivo y las lágrimas de felicidad. Pero antes de eso hubo un partido donde en el PT Racing aplastó al Cruzeiro, lo maniato y le ganó táctica y anímicamente. Pudo o debió terminar 3-0 esa primera parte pero entre el árbitro Esteban Ostojich y el VAR le robaron un gol a Martirena que enseguida hizo otro (a los 15) para despejar dudas. Luego llegó esa jugada donde Racing movió la pelota con sus laterales para que Sosa lanzara ese pelotazo a Salas y la definición atropellando de Adrián Martínez al 2-0 a los 20 .Era una tromba insaciable Racing que olía la sangre de su adversario e iba por más. El comienzo del complemento trajo el descuento de Kaio Jorge y algunos minutos de zozobra donde se soltaron los fantasmas de las fallidas experiencias Internacionales pasadas. Pero Racing sabía que iba a tener espacios para la contra y se lo perdió Salas a los 94 hasta que llegó ese pique final de Roger que ya entró en la historia. Luego la fiesta con la gente que invadió Asunción y jugó su partido. Fueron 50.000 los que viajaron. Fueron 18.000 los que entraron a la "Nueva Olla ". Fuimos millones alentando desde donde pudimos.Un carnaval demencial se desató en todo el país. El Racing de Costas gritaba campeón emulando a aquel entrañable equipo del Coco Basile en la Supercopa de 1988. Entonces Arias fue Fillol y Di Cesare - García Basso fueron Costas y Fabbri. Almendra se puso el traje de Ludueña y Nardoni el de Camote Acuña mientras Juanfer trataba de ser Rubén Paz y arriba Salas y Maravilla eran Catalán y Walter Fernández. Y Costas desde el banco que motivaba como el Coco. Y así llegó una nueva estrella, la número 40 (13 internacionales) en el firmamento académico y por un momento todos creímos en un mundo mejor porque esta vez ganaron los buenos, los humildes, los que se bancaron críticas muchas veces irrespetuosas y agacharon la cabeza y siguieron trabajando y yendo al frente. Está vez de la mano de Costas ganó el sentido de pertenencia, ganó Racing. Salud Campeón...