Goleó la Academia en la noche cordobesa. Fue 4-0 ante Belgrano (8 Salas- 18 Adrián Martínez -87 Roger Martinez y 90 Baltasar Rodríguez). Sin embargo no hubo milagro de clasificación porque Boca y Defensa también ganaron. Fracaso estrepitoso para algunos. Desilusión grande para otros. Una eliminación inesperada para la mayoría y tal vez todos tengan algo de razón. Pagó a un precio excesivo el equipo de Costas ese bache de 4 partidos sin triunfos (Platense, Sarmiento,Boca y Defensa) que tuvo en el medio del torneo. Ese apagón futbolístico y lógico para un equipo en pleno proceso de formación costó no jugar los play off que era el objetivo de mínima para este campeonato. Sin embargo hay atenuantes y argumentos para la ilusión de un futuro mejor. Con 10 triunfos (6 de ellos de manera consecutiva), 3 empates y 4 derrotas pareciera que ahora sí Costas encontró el equipo, su identidad y estilo. Lo de anoche ante el Pirata fue brillante del principio al final. Con autoridad y agresividad fue maniatando a su rival y lo demolió con fútbol y goles. En los últimos 6 encuentros además convirtió 17 tantos y recibió solo 1. La injusticia de este hermoso deporte quiso que habiendo sacado los mismos puntos que en la Copa de Liga anterior (24) en aquella oportunidad saliera primero en su zona y clasificara una fecha antes del final y en esta edición no le alcanzó para arañar ni siquiera el cuarto lugar. Obviamente que hubo errores propios y situaciones que no deben repetirse en el futuro. La exigencia del futbol actual no contempla distracciones y mucho menos rachas de varios partidos sin triunfos. Hoy posiblemente los tres puntos logrados ayer parecieran no tener valor alguno pero tal vez sean decisivos a fin de año. Cuando uno habla de un enorme futuro se refiere al poder de fuego que tiene Racing arriba, a la solidez defensiva, al recambio y a los juveniles que piden pista. Con un par de refuerzos solamente y sin vender a ningún jugador titular (teléfono para Victor Blanco que ya anduvo anunciando que espera ofertas) este equipo está para pelear por cosas muy importantes. Luego del triunfo Costas pidió perdón por la eliminación en un ejercicio de humildad y autocrítica que hace mucho tiempo no se veía por el club. Hoy solo queda masticar la bronca, asumir el fracaso sin miedo a esa palabra, soportar la desilusión y desde mañana mismo pensar en Coquimbo y Bragantino que se vienen en la Copa Sudamericana y después otra vez en Belgrano por el comienzo de la Liga Profesional porque como siempre decimos el fútbol es el juego infinito dónde todo siempre vuelve a empezar Darío Giuliani