DEPORTES
5 de octubre de 2024
POR FIN, CARRASCO TENDRÁ SU CHANCE
Especial: Walter Vargas
A despecho de sus crónicos problemas con la Justicia, el prospecto mendocino Juan Javier Carrasco tendrá su gran oportunidad de llegar a las puertas del título liviano Federación Internacional de Boxeo (FIB), cuando el próximo 19 se las vea con el armenio Zaur Abdullev en un pleito eliminatorio que tendrá lugar en la capital cuyana y cuyo ganador se hará acreedor una chance frente al actual titular, el veterano ucraniano Vasily Lomachenko.
La pelea Carrasco-Abdullaev se iba a realilzar en Rusia, pero el pupilo de Pablo Chacón está imposibilitado de salir del país, desde 2013, cuando se lo encontró culpable del asesinato de su cuñado. De hecho, por una causa posterior cumplió más de dos años de prisión efectiva, hoy pesa sobre él un dictamen de reclusión domiciliaria, se lo monitorea con una tobillera eléctrica y amén de desvanecerse su posibilidad de presentarse en Rusia, sucedió otro tanto con Canada, razón por la cual, y billetes verdes arriba de la mesa, prosperó la gestión del clan de Osvaldo Rivero para que Abdullaev consienta subir al ring en Mendoza.
Así el escenario, Carrasco dispondrá a los 33 años de una chance que en condiciones normales debió llegar muchísimo antes. Téngase en cuenta que después de una brillanta carrera en el campo amateur (tiempo en los que empleaba su pasaporte a diestra a siniestra), pasó al campo rentado en mayo de 2016 y desde entonces subio al ring nada más que en 21 ocasiones (20-1, 12 KO), incluida una sorprendente derrota por vía rápida ante el mediocre santafecino Miguel Acosta, en noviembre de 2017, en la casa de éste, Villa Gobernador Gálvez. Lo cierto es que pese a sus continuos avatares personales, el salto de su capacidado formador Osvaldo Corro al ya maestro Pablo Chacón operó en una mejoría técnica, pulimiento y fortaleza mental. De hecho, el Titán Carrasco atesora 15 victorias al hilo y, al parecer, su preparación de estas semanas es óptima. Según refirió Chacón a este cronista, vinieron muy bien tres días de guanteo fuerte con el invicto welter junior riojano José Sansón Rosa y ahora resta la puesta a punto con el tresarroyense Gustavo Lemos, Tito Lemos.
¿Qué se sabe de armenio-ruso Abdullaev? En principio que es un supeligero que bajará de división. No hace tanto, un año y monedas, fracasó en su intento de coronar en la división de los 63.500. Cayó en once vueltas con el imbatido y muy promocionado califiorniano Devin Haney por el cetro del CMB (Consejo Mundial de Boxeo). Su récord no impresiona demasiado (19-1, con 11 KO), así como tampoco infunde inquietud el del actual campeón en espera, el ucraniano Vasily Lokacheko (18-3), que en marzo del corriente almanaque sacó del ring en tres rounds al australiano George Kambosos Júnior.
Carrasco y Chacón saben que es ahora o nunca. “Llegará en gran forma”, pronostica el ex campeón mundial pluma. De modo que el más talentoso de la dinastía Carrasco (hermano de Gumersindo) está obligado a desenrollar su carretel de mediodistancista bien fundamentado, de mano picante y bastante mejoría en la destrezas defensivas desde que está en manos del pulcro y detallista Chacón.
“Lo que no me ha matado, me ha fortalecido”, postuló cierto célebre filósofo alemán. Lo cierto es que el próximo sábado 19, en Mendoza, comprobaremos hasta cuándo las vicisitudes personales han operado en Carrasco como vía regia para encarnar una palabra muy en boga en la vulgata psicologista: “resiliciencia”.