Ahí va San Martín soñando con un nuevo ascenso a Primera. Ahí marcha en la soledad de la punta de la zona A en la Primera Nacional. Ya le sacó 7 puntos de ventaja al otro San Martín , el de San Juan y sueña con la finalísima para pegar el grito grande del retorno. En el medio una campaña tremenda con 21 triunfos, 7 empates y 5 derrotas en 33 partidos. El elenco de Diego Flores tiene una identidad definida en donde trata de jugar en forma prolija y ordenada pero cuando las cosas no salen como ayer en Floresta ante All Boys apela a la lucha, a correr, al sacrificio. Además nunca deja de creer. Ayer a 5 del final apareció la cabeza de Iván Molinas para decretar un triunfo de esos que en la sumatoria final valen doble por lo duro y parejo que fue el partido y porque además fue muy lejos de casa. De los últimos 11 partidos los dirigidos por el Traductor ganaron 10 y empataron 1. Su última derrota fue en la fecha 22 ante Ferro en Caballito. Por eso su gente sueña y cree. Por eso medio Tucumán vibra cada fin de semana sabiendo que el regreso está más cerca. Ayer las intervenciones de Darío Sand ante remates de Gallucci, Assenatto y Melo fueron decisivas. Pero todo San Martín supo refugiarse y soportar los embates de los de Floresta. Por eso ese conmovedor festejo al final porque no había sido un escollo sencillo el equipo de Mariano Campodónico. Ahora solamente 5 partidos lo separan de la final ( 3 de ellos en la Ciudadela). Mientras tanto una legión de fieles seguidores preparan la fiesta de ese ascenso que anduvo cerca en los últimos años y se escapó por muy poco. Los viejos duendes del pasado sostienen la ilusión Ahí aparece Dante Unali para marcar y salir jugando. Desde un imaginario banco de suplentes el Negro Roldán y el Buche Chabay dan indicaciones. Oscar Acosta y Jorge López tiran paredes y buscan las redes rivales. El maestro Jacinto Eusebio Roldán acapara el amor incondicional de los hinchas del Ciruja. Volviendo a la realidad, hoy los argumentos parecen más firmes y más sólidos. Hoy la Liga Profesional está ahí nomás y el Santo a paso firme viene marchando...