Boca Juniors quedó eliminado de la Copa Sudamericana. En definición por penales 5-4 cayó ante Cruzeiro. Polémico arbitraje de Roldán. El cielo alojó la pelota del último penal ejecutado por Merentiel. El llanto del delantero uruguayo marcó el fin de la aventura sudamericana, pero antes pasaron cosas. En la previa del encuentro Boca se clasificó al Mundial de Clubes 2025. La derrota de Nacional de Uruguay permitió el arribo del conjunto xeneixe al mega torneo del año próximo. El comienzo del partido condicionó el desarrollo posterior. A los 15 segundos Advincula pisó fuerte a Lucas Romero. Sin ayuda del VAR el peruano fue expulsado por primera vez en más de 130 partidos. A los veinte y dos minutos Cruzeiro ganaba 2-0 con goles de Matheus Henríque (9 min) y Walace (21 min). El segundo gol también fue con polémica. En la jugada previa la pelota salió del campo (no advertido por el árbitro, sus ayudantes ni el VAR). Desde allí parecía que todo estaba perdido. Un remate desviado de Zenón fue una chance concreta para empatar. La endeblez del fondo brasileño alentaba las chances del conjunto de Diego Martínez. Y así fue que Milton Giménez, sobre el cierre del primer tiempo, marcó el descuento e igualó la serie. El segundo tiempo fue más parejo ya que Cruzeiro lucía confundido por el resultado. Por su parte Boca intentaba acercarse al arco con alguna jugada de contra. El ingreso de Saracchi le dió algo de frescura para el gol de la clasificación. Sobre el cierre pudo llegar el empate pero la pelota fue despejada sobre la línea. Los penales, una especialidad para Boca, trazaron su destino. Chiquito Romero no atajó ninguno. Cruzeiro metió todos y la Bestia Merentiel desvío el suyo. Así Boca quedó afuera y con la mente puesta en la Liga y la Copa Argentina.