Cuando el atardecer le daba paso a la noche y la gente iba llegando al estadio Presidente Perón la noticia del fallecimiento de Humberto Maschio golpeó duro en los corazones académicos. Luego hubo un partido que fue una verdadera exhibición del poderío ofensivo de Racing ante un Huachipato desbordado y muy herido. Por eso el 6-1 final (10' Baltasar - 26' Martinez -31 y 45' Carbonero -51' Di Cesare y 55' Almendra. Había descontado de penal Palmezano a los 48') no sorprendió a nadie. Con un global de 8-1 la Academia resolvió este duelo de octavos de final de manera muy sencilla generando más de 30 situaciones claras de gol entre los dos partidos. Es verdad que ayer tuvo algunos desacoples defensivos que ante otro rival se pueden pagar caros. Pero lo saludable fue esa propuesta voraz y generosa para ir a buscar el partido desde el minuto inicial y seguir jugando y atacando hasta el minuto 95' cuando le sacaron un cabezazo a Mura debajo del arco. Otra vez la pregunta: cuál es el verdadero Racing? La aplanadora del gol que vimos ayer o ese equipo insulso y anodino que muchas veces no resuelve los partidos y cae ante rivales de menor jerarquía? " Para el clásico la mente fría y el corazón caliente" propuso el DT académico después del partido y ya metiendo la cabeza en el cruce del próximo domingo. Antes también había tenido palabras llenas de cariño referidas al Bocha Maschio. Y viajamos en el tiempo para ver qué las últimas veces que Racing había convertido 6 goles en partidos internacionales fue en mayo de 1967 (cuando jugaba el Bocha justamente) y le ganó el 2 de mayo al 31 de Octubre de Bolivia por 6-0 con Humberto dentro de la cancha y el 4 de mayo 6-0 al Bolívar con una formación más alternativa. Que mejor homenaje podía tributarle Racing a su ídolo que volver a golear y brillar en una noche de Copa. Racing tuvo una jornada para volver a creer luego de varias semanas llenas de dudas y cuestionamientos. Resolvió todos sus dilemas? No. Ya es un equipo confiable? Tampoco. Sigue siendo infalible cuando pega el primer golpe y huele la sangre de sus rivales. Sus 68 goles en 35 partidos está temporada así lo certifican. Ahora llega el clásico de Avellaneda en un duelo donde los antecedentes no cuentan. Un partido de esos que marcan para bien o para mal el futuro inmediato. Racing tiene argumentos para soñar y mil defectos por corregir. La fórmula podría ser trabajo, concentración y mirar la historia para reflejarse en esos ídolos humildes y silenciosos como el Bocha Maschio que desde el atardecer de ayer encendió una estrella que brilla bien fuerte en el cielo sobre el Cilindro.