La visita a la Quema era considerada de alto riesgo futbolístico. El empate en cero fue tal vez un premio excesivo para la Academia que sufrió bastante para llevarse ese punto para Avellaneda. Era un partido que de haber terminado en triunfo académico le daba un mensaje al resto de los equipos de la liga: "acá está Racing". También es cierto que si llegaba una nueva derrota en condición de visitante el "proyecto Costas" quedaba bajo sospecha de elenco con andar irregular y poco vuelo. Por eso se valora mucho la igualdad. No jugó bien Racing es cierto. Corrió y luchó más de lo que pudo generar. En el balance general el Globo fue más con ese tridente en la mitad de la cancha (Echeverría -Fattori-Alarcon) que recuperaba y jugaba. Decir que la Academia estuvo bastante acertada en los retrocesos defensivos (aceptable partido de la dupla central Sigali- Quirós) aunque de todas formas Arias se convirtió en la figura y desde sus manos se explica un poco la igualdad. Por momentos el encuentro se hizo de ida y vuelta y no defraudó las expectativas que había generado. El crédito sigue abierto para ambos. Por segundo partido consecutivo se vió una postura algo conservadora de Racing dejándose seducir por el resultado. Será que Costas asumió que no está tan sobrado de plantel como muchos dicen ? Será que el DT que ve a sus jugadores en el día a día entiende que jugar un poco a la retranca puede darle solidez a su equipo y desde ahí empezar a crecer? Algo quedó en claro en estás 4 fechas desde que volvió la competencia oficial: este plantel necesitaba refuerzos (un par) y otra vez Blanco le dió la espalda a su entrenador (algo que sufrieron en su momento Cocca, Coudet, etcétera) eligiendo una vez más el camino de la austeridad crónica, una marca registrada en sus 11 años de gestión. Este mes de agosto decisivo por todo lo que habrá en juego definirá en la vida del club el proyecto deportivo, político y el futuro de dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Racing está atravesando un bache producto de un bajón general en varios de sus futbolistas. Así y todo sigue siendo competitivo y está peleando en el lote de arriba. Cuando encuentre regularidad y crea que puede entonces sí, volverá a la sastrería y se pondrá el traje de candidato, ese que en su historia tantas veces supo lucir y que nunca debió guardar en el ropero. Darío Giuliani