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DEPORTES

18 de mayo de 2024

Ali Diá

Especial Alejandro Arnedo

Corría el año 1996, Carlos Menem desarrollaba su segundo mandato, Daniel Passarella y su obsesión por el pelo corto estaban al mando de la Selección Nacional, Bill Clinton era el presidente de los Estados Unidos y pronto se haría público aquel escándalo que hizo famosa a Mónica Lewinsky, la recordada becaria que había sido contratada por la Casa Blanca. Pero nada de eso va a ser tratado en nuestro espacio, es solo una reseña para poner en contexto. Mientras tanto en la premier League, esa liga que es considerada por muchos como la mejor del mundo, el Manchester United lideraba las posiciones. Graeme Souness era el técnico del Southampton, un equipo que por ese año se caracterizaba por su irregularidad en el rendimiento lo cual a su vez se reflejaba en los resultados. Para graficar la situación en un momento Southampton metió un sprint de 3 partidos en los cuales le gano 6 a 3 al líder Manchester United (posterior campeon), empató en cero con el Sheffield y perdió 7 a 1 con el Everton. Un equipo a las claras totalmente descompensado. Las lesiones venían haciendo lo suyo y diezmando al plantel. El bueno de Souness no le encontraba la vuelta a la situación hasta que de repente ocurrió lo inesperado, lo milagroso: sonó el teléfono y del otro lado de la línea estaba nada más y nada menos que George Weah, el jugador más destacado del momento a nivel mundial, reciente ganador del balón de oro, galardón que le había sido otorgado en 1995. Además, el liberiano Weah, era el primer jugador africano en recibir esta distinción, el primero y el único hasta nuestros días. A usted ló llama George Weah y obviamente pone atención. El motivo del contacto era porque el liberiano, quien por esos dias era la figura rutilante del Milan de Italia, atento a la situación del Southampton tenia una posible solución para aportar con vistas a mejorar el nivel del equipo. Se trataba de su primo, un senegalés que había jugado 13 partidos oficiales con su selección, que había marcado dos goles en el último partido de eliminatorias con vistas al mundial 98 y se encontraba libre en ese momento. La oferta era tentadora e inmejorable. Sauness declaró por ese entonces "Ha jugado con George Weah en el Paris Saint-Germain y el año pasado estuvo jugando en la segunda división en Alemania. Le dijimos que venga y entrene con nosotros una semana y así veremos qué tal. Cuando alguien como él te da una recomendación sueles sentarte y tomar nota". Bien Sauness atento y aprovechando la oportunidad. Le hicieron firmar contrato y el 21 de noviembre de 1996 Ali Día, el talento desconocido que venía a revolucionar el futbol Inglés y quien es el protagonista de nuestra columna hoy, se presentó a su primer entrenamiento. En los entrenamientos no se percibía un gran dominio del balón acorde con sus pergaminos y con las palabras de su primo que se había deshecho en elogios hacia el. Pero bueno, son situaciones que pueden darse, a veces el jugador se cuida en el entrenamiento, no muestra todas sus cartas y el senegalés además ya no era un jovencito sino que se trataba de un experimentado centro delantero de 31 años de edad. Iba a debutar contra el Arsenal pero una copiosa lluvia hizo que se inundara el campo de juego y por lo tanto se suspendiera el encuentro. La oportunidad le llegaría frente al Leeds United cuando Sauness decidió convocarlo entre los concentrados y llevarlo al banco de suplentes. A los 26 minutos del primer tiempo Matt le Tissier, figura del Southampton y uno de los mejores en la historia del fútbol Inglés, pidió el cambio por lesión, algo que como señalamos anteriormente venia acosando al plantel. Sauness no lo podía creer, la desdicha lo acompañaba, su principal figura debía dejar el campo por una lesión muscular. Sauness piensa, mira al banco, piensa, piensa y finalmente se decide: le ordena a Ali Día que caliente para ingresar. Así fue que a los 32 minutos del primer tiempo nuestra figura hacia su debut en la Premier League. La camiseta que utilizo tenía el número 33, la edad de Cristo, como una especie Mesías iluminado que venía a resolver todos los inconvenientes. En la primera pelota que tocó definió con clase abriendo el pie para impactar el balón con cara la interna del botín derecho pero el arquero del Leeds con un gran esfuerzo la sacó al córner. Inmejorable carta de presentación. Lo que vendría en los 53 minutos restantes distaria mucho de este aperitivo: pateo solo una vez más al arco y dio 28 pases de los cuales solo 8 tuvieron como destino un compañero. A los 40 minutos del segundo tiempo Ali Día era reemplazado por Ken Monkou. El Leeds ganó el encuentro por 2 a 0. El escocés Sauness ahi le desconfió, pidió el teléfono de Weah para reclamarle por tamaña parodia. El liberiano lo atendió, le dijo que jamás habían hablado antes y que no conocía a ningún Ali Dia. Sauness aún incrédulo se comunicó rapidamente con la federación de fútbol senegalés quien a su vez le confirmó que ningun jugador con ese nombre había disputado algún partido en la selección. Al parecer Ali Día era un gran imitador, una especie de Nito Artaza senegalés. Fue el mismo quien pergueño el engaño y lo hizo caer en el cuento del tío a George Sauness. Para limpiar su reputación acusó una lesión y no volvió a ser visto por el equipo ingles. Sauness declararía posteriormente Verlo jugar fue como una patada en los testículos. Esto demuestra el estado en que se encuentra el club pretendiendo desligar responsabilidades. Por su parte Matt le Tissier acotó Su actuación fue cómica. Fue como si no supiera que tenía una posición. Vagaba por todos lados en el campo de juego. No sé siquiera si sabia hablar Inglés, no recuerdo haberle dirigido la palabra. Pero a veces la crisis es oportunidad y es así que la camiseta 33 con el nombre de Ali Día estampado en el dorso es una de las más vendidas del fútbol Inglés, en una especie de culto a lo bizarro. Incluso la hinchada del Southampton le hizo una canción que es cantada hasta nuestros días, porque dicen que el senegalés cumplió los sueños de ellos mismos. La realidad es que Día había sido un futbolista amateur con pasos por equipos semi profesionales de Alemania, Francia y Finlandia. Previo al Southampton había estado jugando en el Blyth Spartans, un equipo amateur británico. Y luego del Southampton fue al Gateshead, otro equipo amateur en el que jugó 8 partidos y convirtió dos goles. Luego su radar como futbolista se pierde, pero como en toda historia de controversias se deben escuchar las dos campañas y entonces Ali dijo lo siguiente No soy un estafador, me han retratado como un mentiroso, jugué para el Paris Saint Germain entre 1986 y 1988 y ayude a ganar la Copa de Paris de 1987. Han dañado mi imagen y reputación. Luego de su carrera como futbolista se habría graduado como Licenciado en Administración de Empresas y a sus 58 años se gana la vida representando jugadores mientras sus días transcurren entre Londres y su Dakar natal. Ali Día, el que fue futbolista profesional de la Premier League por un día pero que quedó en el recuerdo de todos para siempre.

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