El mundo va mal porque hay pocos rebeldes y demasiados lameculos. El personaje del que voy a hablar hoy nació en Buenos Aires el 10 de marzo de 1971. Se crio en Villegas, Ciudad Evita, en el seno de una familia numerosa con carencias de todo tipo. Villegas es un barrio duro y picante no apto para personas sin carácter. Si bien se formó como futbolista en las inferiores de Nueva Chicago debutó en Yupanqui allá por el año 1994. Jugo de marcador central y, a diferencia de otras oportunidades, el personaje de esta historia no se destacó por sus aptitudes con el balón sino por sus actitudes dentro y fuera de la cancha. Todos sabemos que el fútbol es un ambiente ultra machista en el que este temita de la deconstruccion brilla por su ausencia y en el que todo se caretea bastante. Bueno, este pibe casi 30 años atrás declaraba cosas como esta Tengo una novia que es medio travesti. Digo medio porque el mundo del fútbol es remachista. A mi me encantan las travestis, los homosexuales, las mujeres. Con tal que tenga pelo es suficiente. En 1995 Dario Dubois, el personaje en cuestion, jugaba para Lugano. El auspiciante de la camiseta había prometido un dinero para los jugadores pero no cumplía, al loco se le ocurrió taparse la publicidad con una cinta de embalar pero se la olvidó el día del partido. Cuando estaba por empezar el encuentro (y como había llovido mucho), se agacho para persignarse como suelen hacer muchos jugadores, pero en cambio tomo barro del piso con sus manos y se lo paso por toda la publicidad de manera que esta no se viera. La camiseta naranja quedó toda manchada con barro. En otra oportunidad jugando también para Lugano, insto a sus compañeros a no salir a la cancha ante la falta de pago. Casi sobre la hora del comienzo con el encuentro con Sacachispas el dinero apareció. Hasta ahí todo normal y usual en el ascenso. Al partido siguiente con Claypole, el DT a instancias de los dirigentes lo mandó al banco. Faltando 5 minutos y con el partido 5 a 0 abajo lo quiso hacer precalentar. El Loco se sacó la camiseta y se la tiro en la cara Como vas a ponerme a mi ahora que soy defensor. El dilema terminó a las trompadas con el DT y sus ayudantes. Metalero, vegetariano, admirador del Che, incorruptible, no fumaba, no tomaba alcohol, ni se drogada. Dario Dubois era el arquetipo del antiheroe. Hay una anécdota que lo pinta de cuerpo entero. Jugando el para Victoriano Arenas disputaron una final para mantener la categoría con Liniers, club de Villegas, precisamente el lugar de pertenencia de Dubois. Lo putearon todo el partido pidiéndole que fuera para atrás pero el jugo uno de sus mejores partidos. Al finalizar lo aplaudieron todos. En otra oportunidad, defendiendo la camiseta de Midland (club en el que tal vez dejó más recuerdos) enfrentaban a Juventud Unida. El presidente del equipo rival se acercó al vestuario con $10 mil para que fueran para atrás. Dubois lo escupió, lo puteo y convenció a sus compañeros para que no aceptaran el dinero. La mayoría de ellos no tenían ni para pagar el colectivo. No conforme con esto lo denunció ante los medios con nombre y apellido: Juan José Castro, quien quería presentarse para una elección como intendente de San Miguel. Rata inmunda, venden merca, venden armas y se piensan que todo se puede comprar declararía por entonces. Fue en Midland también donde llevo a cabo la locura por la que tal vez es más conocido: comenzó a jugar con la cara pintada al estilo de Kiss. Esta actitud además de llamar la atención lo hizo a modo de protesta en tiempos de Daniel.Passarella en la seleccion y su manía de pelos cortos y prolijos. Jugo asi durante 16 partidos hasta que el ruido llegó a la AFA y sacaron una disposición que se lo prohibía. En el fútbol son re fascistas, es un ambiente asqueroso donde todos tienen que ser pelitos cortos y afeitaditos dijo por entonces. El fútbol en sí no le gustaba, lo hacía como un ingreso más y para mantenerse en forma por el entrenamiento. Su verdadera pasión era la música. Cuenta un ex compañero .Yo era el arquero de Yupanqui cuando Dario debutó. Es verdad que jugaba sin calzoncillos. Era metalero, le encantaba escuchar Orcas. Todos los días caía al entrenamiento con una par de pendejas distintas que al resto se nos caían las babas., hasta al técnico que vivía en pedo. Tal es así que un día dio la charla técnica y nos dijo La pelota es linda papa, hay que ganar. Eso fue todo y salimos a jugar, graficando un poco el espíritu amateur y naif del ascenso. El técnico era Jorge Ortiz Dubois tocaba el bajo y formaba parte de una banda que hacia tributo a Vox Dei, otra que hacia tributo a Riff e incluso una de cumbia denominada Corre Guachin. La idea era ganarse el mango y para ello hizo de todo: sonidista, trabajo en una fábrica de lamparitas, vendió sahumerios en la calle y hasta apareció en el programa de Tinelli trabajando como doble de Ivan Noble. Su anécdota tal vez más graciosa o una de ellas se dio en un Excursionistas-Midland disputado en el bajo Belgrano. El arbitro Juan Carlos Romero le sacó tarjeta amarilla apenas comenzado el partido, a la segunda infracción le saco la segunda amarilla expulsando a los cinco minutos de comenzado el partido, pero con tanta mala suerte que al sacar la segunda tarjeta se le cayeron $2000 del bolsillo. Dubois se arrojo en palomita, agarro el dinero y salio corriendo. Se armo un revuelo tremendo, el arbitro y los asistentes corriendolo. El epilogo se dio en la manga Hijo de puta, esta es la guita que te dieron por bombearnos. Esta es la guita que vos me robas de premio. Finalmente decidió devolverle el dinero al arbitro para no recibir 20 fechas de suspensión, odiaba las sanciones. Jugando para Riestra disputaron un partido final para no descender. Una vez logrado el objetivo los jugadores eufóricos se despojaron de sus camisetas y pantaloncitos ofrendandoselos a la hinchada en agradecimiento por el aliento, con el detalle de que Dubois jugaba sin calzoncillos con lo cual termino como dios lo trajo al mundo en pleno campo de juego, sin hacerse demasiado problema. Hay registros fílmicos que comprueban la veracidad de esto que digo. Es más, suele pasar que los técnicos una vez finalizado el encuentro, mandan a los jugadores a realizar un trote regenerativo. En el mismo los jugadores suelen dejar los botines, la camiseta, el pantaloncito en algunos casos para estar más cómodos. Dubois lo hacia también, pero desnudo. De esto no encontré registros pero si una cantidad de testimonios que lo aseveran. Este disruptivo del fútbol culminó su carrera en Victoriano Arenas en el año 2005. No fue por decisión propia sino por una rotura de ligamentos cruzados. Ni el club ni futbolistas argentinos agremiados quisieron hacerse cargo de la operación en una muestra más de las carencias a las que se enfrentan a diario los jugadores del ascenso. Su hermana Alejandra cuenta que su idea era jugar hasta los 40 años y que le decían iba a vivir hasta los 100. Para la primera division no existo, que para el Nacional B no le daba, que en la B era un buen jugador, que para la C era un muy buen jugador y que en la D era el mejor defensor de todos. manifestaba Allá por 2006 declaró Nací de clase baja y voy a morir de clase baja. Su vida después del futbol siguió ligada a la música, trabajaba de sonidista allá por 2008, había firmado un contrato precisamente con Ataque 77 para ser su sonidista pero todo se truncó luego de una noche de trabajo en un boliche en Isidro Casanova. Tres jóvenes lo esperaron durante una hora frente a Puerta de hierro, al llegar Dario se le acercaron le hablaron y le dispararon 3 veces, con pistolas 9 milímetros (curioso el calibre). Una bala impacto en una pierna, otra en el abdomen y la tercera apenas rozo su cabeza. Se hizo el muerto para engañarlos, cosa que logró. Estuvo internado en el hospital Paroissien de La Matanza por espacio de 15 días, le preocupaba más que nada el disparo en la pierna pero lo que lo complico fue el del abdomen. Una infección en esta última herida le provoco una septicemia y falleció el 17 de marzo de 2008, a días de haber cumplido 37 años. Dubois fue un tipo que no abandono sus principios, un antiheroe, un verdadero rebelde que era demasiado no sólo para el mundo del fútbol sino para la vida misma. Hace poco Cherquis Bialo nos hablaba de jugadores del establishment, particularmente de uno, muy medido, prolijo y políticamente correcto. Dubois fue la antítesis de eso, demasiado para este mundo. Vivimos una sola vez, todo esto que acabo de relatarles, mi relato propiamente ya quedó en el pasado, entonces si vivimos una sola vez que esa única vez que vamos a vivir sea dignamente. Cierro la columna de hoy como la empecé El mundo va mal porque hay pocos rebeldes y demasiados lameculos A la memoria de Dario Dubois.