Desde el sorteo se sabía que era el partido más difícil del grupo. Boca buscaba “revancha” de la derrota en 2001, pero el conjunto bávaro impuso su jerarquía a pesar de algunas ausencias (Davies y Kim Min-Jae). Con Upamecano y Muller en el banco, la conducción del equipo fue obra de Harry Kane (la figura del partido) y de Kimmich. Luego de algunas situaciones claras para convertir (con gol olímpico anulado por falta al arquero Marchesín) el delantero británico puso el 1-0 a los 18 minutos. Boca tuvo el empate a través de Kevin Zenón, pero el veterano Neuer bajó la persiana.
Para el segundo tiempo Boca se adelantó en el campo y realizó algunos ajustes defensivos (entró Braida para auxiliar a la defensa). A los 66 minutos la obra cumbre: un pase de Velasco para la corrida de Merentiel, este dejó en ridículo a Tah y a Stanisic para definir ante la salida del portero alemán. Este gol significó el primero que le convierten al Bayern Munich en 10 partidos de Copa Intercontinental y Mundial de Clubes. Con el empate el conjunto argentino se replegó buscando alguna contra, pero fueron desbaratadas por las rápidas salidas de Neuer.
El campeón de 12° de las últimas 13° ediciones de la Bundesliga fue a buscar el resultado con todos sus elementos. A los 84 minutos Michael Olise (británico de nacimiento, francés por adopción, con padre nigeriano y mamá argelina) capturó un pase de Kane para definir al palo derecho de Marchesín. Así los alemanes ganaron el partido y se clasificaron a octavos de final. Para Boca la frustración de una derrota ajustada y el cálculo para el último encuentro: golear a Auckland City y esperar una derrota de Benfica.
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