Un nuevo triunfo de la Academia (séptimo en línea). Está vez la víctima fue el Coquimbo de Chile. Un 2-1 (10 Solari y 45 Adrián Martínez de penal) sufrido, eléctrico y apasionante. Entre Racing y los chilenos armaron un partidazo lleno de emociones, situaciones cambiantes, errores,polémicas y muchas oportunidades para convertir. Golpeó de entrada el equipo de Costas (una especialidad de este ciclo) con ese exquisito pase de Almendra (la figura) para el gol de Solari aprovechando un error del arquero. El PT de Racing fue muy bueno y pudo haber liquidado ahí el pleito. Pero un gol en contra a los 43 mitad García Basso y mitad Arias posibilitaba un injusto empate parcial. Reaccionó rápido Racing y antes del cierre de la etapa inicial logró desnivelar nuevamente con esa corajeada de Salas y el penal que Maravilla (7 partidos seguidos convirtiendo) cambió x el 2-1. La segunda parte académica no fue buena. Entró en el golpe por golpe que proponían los locales conducidos por Luciano Cabral (incontrolable ) y sufrió mucho en defensa. Hasta hubo espacio para la polémica con ese gol anulado a Andrés Chávez que parecía haber arrancado en posición adelantada pero que terminó siendo anulado porque el ex hombre de Banfield y Boca había rozado la pelota con la mano. Racing tuvo el tercer gol en los pies de Baltasar Rodríguez y Johan Sthepen Carbonero pero en ambas oportunidades ganó el golero del Coquimbo. Tuvo que soportar después un par de sofocones bien resueltos por Arias hasta llegar al silbatazo final que decretaba la punta en soledad y perspectivas inmejorables para ganar su grupo. Racing luego de la desilusión sufrida en la Copa de la Liga demostró carácter, poder de recuperación y convencimiento de estar en el camino correcto. Se nota que hay una comunión sólida entre jugadores y cuerpo técnico y se celebra. La próxima semana se pondrá el traje de la Copa Argentina para seguir avanzando en este sueño de tres frentes y un objetivo final en común: festejar algo a fin de año. Darío Giuliani