Es una vieja discusión de café que nació allá por el mes de enero y se extendió a las redes sociales donde muchos (bajo la influencia de los medios masivos de comunicación)aseguraban que la Academia tenía un plantel numeroso y de jerarquía. La realidad se encargó de mostrar que en el plantel hay 13 o 14 jugadores que pueden pelear por un puesto y el resto es relleno y de baja calidad. Cada vez que jugó en el plano local con la cabeza metida en la Copa Sudamericana lo hizo mal y por lo general perdió. Hoy de visitante ante Banfield volvió a ofrecer otra vez la versión apagada, cansina, sin variantes y que pareciera jugar con desgano. Ni siquiera estar arriba en el marcador (49 Quirós ) ayudó porque el Taladro lo empató enseguida con ese cabezazo de Sepúlveda a los 53. Desde ahí y hasta el final Racing fue un canto al desgano y la apatía. Un equipo sin sorpresas y excesivamente lento. No sorprendió a nadie que Banfield a los 70 por intermedio de Rodríguez y luego de una floja salida de Cambeses se pusiera en ventaja . Esa diferencia fue inamovible por la poca entrega académica y porque para los locales quedarse con los tres puntos era decisivo. Así marcha Racing con el único objetivo de poder pegar el grito en el plano internacional mientras sigue en la Liga Profesional regalando puntos y prestigio. Cuando llegue a fin de año el momento del balance deberá hacer una limpieza profunda de su plantel donde no sobran jugadores de prestigio y faltan opciones válidas de recambio. Hoy dió un paso atrás perdiendo terreno en la lucha para ingresar a las Copas internacionales del próximo año. El jueves ante Corinthians se juega un pleno. Será la gloria o el cadalso. La vida exigente de Racing que por culpas propias se quedó sin alternativas...