Walter Fabián Saporiti. Quien fuera el boxeador más importante de los últimos 25 años en la serrana ciudad de Tandil vuelve a tener la misma adrenalina que tenía subiendo al ring. Está vez su hijo Maxi continúa los pasos del padre. El ex Campeón Internacional FIB nos comenta es un orgullo personal muy grande que Maxi siga mis pasos. En una época Camila llegó a hacer una pelea pero luego al estar embarazada dejó la práctica deportiva. Es un compromiso grande el estar enseñándole el abc del boxeo. Tratar de pegar y que no te peguen algo por demás importante en el mundo de los puños . Trabajamos muy serios y con mucha responsabilidad. Luego el retador al titulo mundial también nos manifiesta que aún no está definido el estilo de Maxi quien debutó el pasado viernes 10 ganando por nocaut en el primer asalto Sapo nos cuenta que Maxi es más alto y brazos más largos que la talla mía y la idea sería que boxeé , aprovechar el largo de brazos. Maxi nos cuenta que a pesar que el papá los llevaba para el lado del fútbol (de hecho Ezequiel uno de los hermanos fue futbolista de Santamarina) pero hace años le vengo insistiendo y poder aprender con el. Tenerlo en el rincón enseñando toda la experiencia que mi papá tuvo es algo inigualable. El reciente noqueador en su primer pelea en la ciudad de Olavarría comenta que trato de mirar mucho el boxeo de mi papá y aprender todo lo que el me enseña cada día en el gimnasio. Grandes veladas en Tandil fueron muestra del arraigo de gente que llevaba Sapo en cada pelea. Santamarina e Independiente tuvieron noches colmadas de la gente alentando al ídolo tandilense . Llevar el apellido Saporiti es mucho orgullo. Ir por las calles de Tandil y que siempre me hablen de mi papá. No sólo del boxeo sino lo más importante la clase de persona que es me enorgullece. Maxi Saporiti recién comienza el deporte de los puños. Ganando por nocaut en el primer round. Siguiendo los pasos de Walter Fabián . Su padre. Un ídolo para la gente tandilense. Soñando con las grandes veladas de boxeo como tuvo su papá y tener los mismos logros dentro del cuadrilátero.